Los sectores de la huerta y del viñedo en Portugal están entre los que mejor han aprovechado las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) para incrementar el valor y el mercado para sus productos.
Los sectores de la viña y, sobre todo de la huerta, en Portugal han sido unos de los que mejor han optimizado las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) para modernizar sus estructuras de producción, generar valor y incrementar sus mercados. Analizamos la situación de cada unos de ellos:
Utilización de la PAC para generar valor en el sector vitivinícola
Portugal es una caso singular dentro del mundo del vino: Según los datos de la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV) es el país con el mayor consumo per cápita de vino, con una media de 51 litros por habitante y año, el doble que los españoles (25 litro de media).
El área ocupada por viñas en Portugal es de cerca de 190.000 hectáreas, con una producción media anual de 6,6 millones de hectolitros, lo que coloca en noveno lugar a nivel internacional. El consumo interno, en el que se incluye el de los aproximadamente 12 millones de turistas que visitan el país cada año, es de unos 4,5 millones de hectólitros.
El impacto socioeconómico del sector vitivinícola en Portugal es muy notable. Según los datos del Instituto da Vinha e do Vinho factura algo más de 1800 millones de euros anuales, de que cerca de 1000 corresponden a ventas en el mercado nacional.
Instituto da Vinha e do Vinho: www.ivv.gov.pt
Las exportaciones de vino de Portugal han experimentado una evolución muy positiva en los últimos 20 años tanto en valor como en volumen. Así, según datos oficiales, pasaron de totalizar 503 millones de euros en el año 2001 a 846 millones de euros el pasado 2021, lo que supone un crecimiento del 57%. Teniendo en cuenta que las importaciones de vino en Portugal rondan los 160 millones de euros anuales, el sector vitivinícola reporta al país luso una balanza comercial positiva de más de 650 millones de euros. El precio medio, según datos de Aduanas de Portugal, también ha evolucionado al alza, pasando de los 2,13 euros por litro en 2011 a los 2,71 euros el pasado año (el precio medio de las exportaciones de vino español es de 1,40 euros el litro).
Impacto de la PAC
Detrás de estos datos positivos hay una estrategia acertada de promoción conjunta en el exterior bajo la marca Wines of Portugal y un aprovechamiento de las ayudas de la PAC para optimizar la producción y para apostar por vinos diferenciados.
Evolución de la superficie vitícola en Portugal
La tendencia general en Portugal es una ligera disminución de la superficie de viñedo, pero con excepciones. Así la región de Alentejo incrementó su superficie de viña y la del Douro se mantiene estable. Esta última es la primera región vitícola de Portugal, con el 22% del área plantada, seguida de las regiones de Alentejo y Minho, con el 13% y el 12%, de la superficie vitícola de Portugal, respectivamente.
La tendencia general en Portugal es una ligera disminución de la superficie de viñedo, pero con excepciones. Así la región de Alentejo incrementó su superficie de viña y la del Douro se mantiene estable. Esta última es la primera región vitícola de Portugal, con el 22% del área plantada, seguida de las regiones de Alentejo y Minho, con el 13% y el 12%, de la superficie vitícola de Portugal, respectivamente.
En Portugal las ayudas europeas al sector vitivinícola se canalizan a trafvés del Programa Nacional de Apoio (PNA), con una duración quinquenal.
El anterior programa, de 2014 a 2018, con una dotación global de 326 millones de euros, continuó con la estrategia de valorización del sector, canalizando las ayudas (unos 65 millones de euros al año), en cuatro medidas:
- Reestructuración de las viñas
- Promoción en terceros países
- Destilación de subproductos
- Contratación de seguros de cosecha
Con una dotación económica similar, el Programa Nacional de Apoio 2019-2023 asegura la continuidad de esas medidas de apoyo.
Especial relevancia merece el programa de reestructuración y reconversión de viñedos (VITIS) que desde el 2001 permitió actuar sobre algo más de 80.000 hectáreas de viñedo, lo que corresponde con el 40% de la superficie vitícola portuguesa, con un pago de una ayuda de algo más de 750 millones de euros.
“La reestructuración y reconversión del viñedo, que incluye el apoyo a la reconversión varietal -donde claramente se ha apostado por variedades autóctonas portuguesas- la relocalización del viñedo en los emplazamientos más adecuados, o la mejora en las técnicas de gestión de la viña, han sido una medida esencial para aumentar la competitividad del sector, al hacer posible la modernización del viñedo, aumentar el nivel de mecanización mejorando la gestión de las explotaciones vitícolas y reduciendo sus costes de producción”, concluyen desde el Instituto da Vinha e do Vinho.
Portugal pasó de una agricultura medieval a una moderna gracias a la PAC
El sector hortofrutícola portugués ha sido uno de los grandes beneficiados de las ayudas de la PAC a lo largo de las últimas décadas. Como destaca el anterior ministro de Agricultura luso, Luís Capoulas Santos, “Portugal pasó de una agricultura medieval a contar con un sector que compite con las superpotencias agrícolas gracias a la Política Agraria Común”.
Un dato que confirma esta evolución hacia una agricultura moderna y exportadora es el de la balanza comercial. Así, según datos del Instituto Nacional de Estatística desde 2010 las exportaciones portuguesas de frutas, legumbres y flor cortada crecieron un 115%, pasando de los 780 millones de euros en valor a los 1683 millones de euros en 2020 (un 55% de la producción nacional se exporta), con un volumen de 1587 millones de toneladas. Esto está permitiendo reducir el déficit comercial de este sector: si en 2010 las exportaciones solamente cubrían el 64,6% de las importaciones, en 2020 la tasa de cobertura fue del 94,7%.
En cuanto a los subsectores más dinámicos de la huerta portuguesa destacan el de las frutas, que representan el 47% de las exportaciones; seguido de los preparados de frutas y legumbres, que suponen el 28% de las ventas al exterior, mientras que la planta ornamental y flores pesan en un 6%. Por productos, Portugal destaca en la producción y exportación de frutos rojos (247 millones de ventas al exterior en 2020), seguido del tomate procesado (238 milllones) y de los cítricos (179 millones de euros en exportaciones).
Para Rodrigo Vinagre, presidente del Centro Operativo e Tecnológico Hortofrutícola Nacional (COTHN), el sector hortofruticola portugués consiguió, gracias a las ayudas de la PAC, “modernizarse en la última década tanto a nivel de gestión y mecanización del campo, como en la industria agroalimentaria, que se adaptó a las últimas tecnologías de procesado y envaso de la materia prima”.
“Además, conseguimos abrir muchos mercados tanto para nuestros productos tradicionales (pera, manzana, tomate concentrado, patata y pimiento) pero también para nuevos productos (frutos rojos, kiwi, etc.). En definitiva, logramos un sector con un alto grado de profesionalidad que está preparado para los retos y cambios constantes del mercado”, destaca.
Previsiones de ayudas PAC para el sector de la viña y de la huerta a partir de 2023
El Ministerio de Agricultura se muestra satisfecho con el resultado de la negociación para el nuevo período de la PAC.
“Como resultado de esta negociación, Portugal consiguió, para la PAC, no solo alcanzar, sino superar su objetivo de negociación de garantizar el presupuesto del periodo actual al lograr para 2021-2027 un total de 446 millones de euros más comparativamente al periodo de 2014-2020. Así, están disponibles, a partir de 2021, 9,782 millones de euros de fondos comunitarios distribuidos en el primer pilar de la PAC (Pagos Directos y Medidas de mercado), con 5.509 millones de euros, y en el segundo pilar de la PAC (el Desarrollo Rural), con 4,274 millones de euros. Este montante global de la PAC representa un aumento del 5%, a precios corrientes, entre periodos de programación”, destacan desde el Ministerio de Agricultura.
En cuanto a los objetivos del Plano Estratégico da PAC (PEPAC), que se aplicará en Portugal en el periodo 2023-27, se marca como principales retos garantizar el abastecimiento alimentario, manteniendo los objetivos ambientales, modernizar el sector agrícola y desarrollar los territorios rurales.
“El PEPAC prosigue tres grandes objetivos generales: garantizar el abastecimiento alimentario, contribuir para la búsqueda de objetivos ambientales y climáticos y promover el desarrollo socioeconómico de los territorios rurales. Será dentro de esta perspectiva de sostenibilidad ambiental, económica, social y territorial que van a ser definidas intervenciones de cara a las necesidades identificadas”, explica la ministra de la Agricultura, Maria do Céu Antunes.
La estrategia del sector hortofrutícola para los próximos años
En el caso específico del sector de la huerta, los objetivos definidos por los propios productores a través de la Estratégia Nacional para a Fileira Hortofrutícola son lograr un mayor equilibrio en la balanza comercial, creación de más valor añadido a lo largo de la cadea y aumento de la sostenibilidad de la producción encarando los retos que supone el cambio climático.
Para ello el sector se marca, entre otros, como objetivos específicos:
- Promover las organizaciones de productores, agilizar los procesos de reconocimiento, aumentar el techo de inversiones y mantener la discriminación positiva en los proyectos de inversiones, más allá de promover un cuadro fiscal más favorable.
- Apoyar la creación de estructuras de 2.º nivel orientadas para la comercialización.
- Establecer una estrategia concertada entre la tutela y la producción para la apertura de mercados y establecer un plan de promoción para estos nuevos mercados.
- Apostar por la promoción de la Marca Portugal en el exterior y promover campañas de promoción en el mercado interno, así como campañas de información debidamente esclarecedoras junto con el consumidor.
- Invertir en la red de comunicación ferroviaria, marítima y especialmente terrestre, debido a los costes asociados a la situación geográfica periférica de Portugal.
- Promover la investigación, involucrando a la producción tanto a nivel de los procesos productivos como a nivel del valor intrínseco de las frutas y hortalizas nacionales.
- Apoyar la adopción de las nuevas tecnologías y el respectivo apoyo técnico en el seno de las organizaciones y asociaciones de productores.
- Mantener las ayudas directas a productos estratégicos de cara a la importancia económica que tienen para el país.
- Reducción de la tarifa energético, negociación conjunta, mantenimiento y actualización de la red eléctrica nacional, así como crear un plan estratégico más equilibrado entre la disponibilidad de venta para la red publica y las necesidades requeridas por los productores.
- Apostar por los regados públicos y privados y dar continuidad a las medidas del uso eficiente del agua.
- Reforzar los medios de protección contra agentes bióticos, expresamente apoyo a la adopción de medios de lucha alternativos, la utilización de la biotecnologia, y la implementación y financiación de planes nacionales para plagas, haciendo uso preferentemente de los medios de lucha biológica y biotécnica.
- Cuantificar y compensar los servicios públicos creados por la actividad agrícola en el espacio rural y desarrollo de los indicadores para los eco-regímenes en colaboración con la producción.
- Atracción de mano de obra por medio de la formación especializada y formas creativas de remuneración (seguros de salud, etc.).
- Promocinar la incorporación de la innovación en los sistemas productivo a través del refuerzo de los medios disponibles para la experimentación; realizar una agenda de innovación para el sector; discriminar positivamente los proyectos presentados por el centro de cualificaciones del sector; la aprobación de proyectos en base al impacto económico de la innovación y finalmente, agilizar el apoyo a la inversión en herramientas de prestación de servicios en el ámbito de la agricultura de precisión.
- Identificar medidas relevantes para el sector en términos de las alteraciones climáticas y adaptar y desenvolver nuevos mecanismos de gestión del riesgo.
Con esta estrategia el sector espera en un espacio de 10 años alcanzar las siguientes metas:
- Alcanzar la media europea de la producción organizada en 2030
- Aumentar las exportaciones hasta 2500 millones de euros en 2030
- Mantener la tendencia de aumento del consumo de frutas y hortalizas nacionales
- Equilibrar a balance comercial en frutas y hortalizas en 2030
Artículo publicado originalmente en Voz do Campo.