¿Marca la PAC el compás en la formación y las investigaciones agrícolas?

Analizamos la interacción de las Políticas Agrarias Comunes con la investigación agrícola, la docencia y la formación en Portugal. Temáticas como la adaptación al cambio climático o la gestión sostenible de los recursos son algunos de los ejes prioritarios para los estudios y que llegan desde Europa

La aportación económica y las exigencias para poder acceder a estas ayudas son la cara más visible en las políticas agrarias europeas, pero las directrices marcadas desde Europa llegan a los países miembros, como Portugal, también a través de otras vías, como la formación y la investigación.

“Las políticas europeas en general, la PAC en particular, al corriente de los grandes desafíos del desarrollo sostenible, tienen influencia en la formación agrícola, expresamente en la enseñanza superior, tanto en el dibujo de algunas ofertas formativas, como en la introducción de contenidos específicos en las ofertas existentes”, explica Artur Cristovão, profesor catedrático del Departamento de Economía, Sociología y Gestión de la Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro (UTAD).

Europa está centrándose en cuestiones como el cambio climático, la gestión sostenible de recursos y la transición a una producción más sostenible, temas que se han ido incluyendo en la formación agraria en Portugal.

Algunas de las temáticas en las que se está poniendo el foco en los últimos años desde Europa son las alteraciones climáticas, la gestión sostenible de los recursos naturales, los procesos de transición para formas de agricultura sostenibles, así como la agricultura biológica y agroecológica, o a la competitividad de la producción agrícola. Estas cuestiones se han ido introduciendo en la formación agraria y ganadera portuguesa y son también los ejes sobre los que se están desarrollando distintas investigaciones en estos ámbitos, al igual que ocurre en otros estados miembros de Europa como España.

Investigación y formación agraria en Portugal

Estas cuestiones, prioritarias para Europa en materia agraria, también están en la agenda de preocupaciones en centros de referencia lusos como la Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro. En el caso de este centro educativo de referencia este tipo de cuestiones están al orden del día, ya que se trata de una institución anclada en una región donde la agricultura asume gran importancia, con una historia fuertemente conectada a las Ciencias Agrarias, y al tener un campus gestionado con preocupaciones claras de sostenibilidad.

Así, en el área de la Ciencias Agrarias de este centro existen ofertas de formación influenciadas por las preocupaciones actuales, como el programa de doctorado en “Cadenas de Producción Agrícola – del campo a la mesa”, fuertemente conectado con la líneas de investigación multidisciplinares del Centro de Investigación en Tecnologías Agroambientales y Biológicas (CITAB). Otro ejemplo está en el área de las Ciencias Sociales con el Doctorado en “ Agronegocio y Sostenibilidad”, que tiene por objetivo principal la búsqueda de conocimiento para anticipar, comprender y responder a los desafíos con que las cadenas agroforestales y alimentarias se encuentran, encuadrados en los tres dominios estratégicos actuales de crecimiento sostenible, inteligente e inclusivo, conectado a la investigación desarrollada por el Centro de Estudios Interdisciplinares para el Desarrollo (CETRAD).

Al margen de estos trabajos, las políticas agrarias europeas han determinado otros proyectos de investigación en este centro. “Los objetivos y prioridades de la PAC han condicionado, o servido de encuadramiento, para la estructuración de proyectos de investigación en múltiples áreas”, detalla Artur Cristovão. Así, se incluyen desde trabajos conectados a la calidad de los productos agrícolas y alimentación saludable, al estudio de la adaptación de los cultivos al cambio climático, a la gestión integrada de las montes y de los incendios forestales, al desarrollo de cadenas de valor de producciones específicas (como la castaña y los productos comercializados bajo sellos diferenciados como las Denominaciones de Origen Protegida (DOP) o las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), así como a la conservación de variedades y razas tradicionales (por ejemplo, las razas autóctonas de bovino).

“La relación entre la PAC y las líneas de investigación y experimentación es clara cuando miramos para las agendas y proyectos del Grupos Operativos, cuya acción está orientada a alcanzar los objetivos y prioridades del Desarrollo Rural, en las áreas temáticas consideradas prioritarias por el respectivo sector, con miras a la productividad y sostenibilidad agrícolas, conforme a la Asociación Europea de Innovación para la Productividad y Sostenibilidad Agrícolas”, especifica el investigador Artur Cristóvão.

La PAC y la docencia

Del mismo modo que ocurre en la investigación, las políticas agrarias europeas determinan en gran medida los contenidos formativos. “La PAC es abordada en los programas de los cursos de Ciencias Agrarias y constituye un telón de fondo importante del trabajo de los docentes, tanto en la enseñanza como en la investigación”, apunta Cristovão.

Estando la docencia cada vez más vinculada con la investigación, ha sido creciente la presencia de las grandes temáticas de la PAC en el ámbito educativo, expresamente cuestiones como la productividad, eficiencia y sostenibilidad del sector agrario, de la creación de valor en las cadenas del sector agroalimentario, de la utilización sostenible de los recursos naturales y de la valorización de los territorios rurales. “Las políticas europeas en general y respectivas prioridades, y la PAC en particular, han asumido una importancia fundamental en el establecimiento de líneas de investigación y en la formulación de proyectos”, concreta el investigador.

Los desafíos

Al margen de la influencia de Europa en la elección de las temáticas agrarias sobre las que trabajar, Cristovâo alerta además de que en Portugal hay un problema de organización y de estrategia de investigación agraria, así como de acceso de los agricultores en general, y particularmente de los pequeños y medios, al conocimiento. “El acceso al conocimiento y la innovación es esencial para el desempeño económico y ambiental de los sistemas agrícolas. Sin embargo, en Portugal hay varios condicionantes que limitan este acceso y que deberían ser objeto de especial preocupación en el dibujo de políticas conducentes al desarrollo de aquellos sistemas”, valora Cristovão.

Las investigaciones sobre las variaciones climáticas en el Mediterráneo y la pobreza de los suelos lusos son aún escasas pese a ser temáticas determinantes para la agricultura portuguesa.

Para el investigador luso, las alteraciones del clima Mediterráneo, muy influyente en el país; y la pobreza de la mayoría de los suelos, son factores importantes para explicar la situación de la agricultura portuguesa y sobre los que debería investigarse en mayor medida. “La producción de conocimiento que, de hecho, contribuya para resolver estos problemas es escasa, a menudo desconectada de los problemas céntricos de la agricultura lusa y, sobre todo, sin una visión de medio plazo”, argumenta.

La falta de cuotas experimentales a largo plazo, distribuidas en el territorio y representativas de los principales sistemas practicados, evidencia las dificultades para que la investigación aplicada pueda desarrollarse de una forma continuada y sistemática.

Por otro lado, tal y como señala Cristovão, Portugal cuenta con diversidad de modelos agrícolas que constituyen ejemplos de adaptación de los agricultores a diversas condiciones edafoclimáticas y a diferentes estructuras agrarias y contextos socioeconómicos. En este marco, se hace más importante contar con trabajos de investigación adaptados a estes modelos y realidades.

Así, aunque la influencia de las políticas agrarias europeas en las investigaciones y docencia portuguesa haya sido positiva al introducir algunas de la preocupaciones más destacadas, Cristovão incide en la importancia de mantener una visión más próxima al territorio. “Es condición necesaria para que las políticas a decidir y a implementar en el ámbito de la PAC sean económicamente y socialmente exitosas, la existencia previa de un correcto diagnóstico de los principales problemas específicos de las agriculturas y de los territorios subnacionales del continente portugués, pues, la justificación del interés público de las medidas de política agrícola pasa por la resolución y/o mitigación de dichos problemas”, apunta el investigador.

Los grandes desafíos que se plantean a la investigación agraria en Portugal pasan por tener presente una relación más sistemática sobre la PAC en el interior de las instituciones de enseñanza e investigación, con miras a definir estrategias y agendas de trabajo. Por otro lado, Cristovão también señala la importancia de promover una conciliación inclusiva y productiva entre las instituciones del sistema y los actores conectados al sector (instituciones públicas, organizaciones de productores, etc.), que dé origen a proyectos articulados y estructurales que contemplen las diferentes estructuras agrarias y contextos socioeconómicos y los principales problemas específicos de las agriculturas y territorios lusos.

Artículo publicado originalmente en Voz do Campo.

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