La función agroambiental de las ganaderías extensivas en la nueva PAC

Las nuevas políticas Agrarias Comunes pueden convertirse en una oportunidad para aprovechar las ventajas que ofrecen las ganaderías extensivas en cuestiones como la prevención de fuegos. La aportación que se reciba para fomentar estas prácticas será determinante

En regiones como Galicia, la ganadería extensiva, tanto de vacuno de carne, como de ovino o caprino, se vincula directamente con ganaderías de carácter familiar y vinculadas al territorio. Más allá de la vertebración y las garantías que ofrecen para mantener vivo el rural, este tipo de ganaderías tienen también una importante función agroambiental, como motores para la conservación de pastos y la prevención de fuegos.

La nueva Política Agraria Común para 2023-27, en fase de tramitación, puede ser una oportunidad para apoyar este tipo de ganaderías y con ellas fomentar estos beneficios para el rural, al convertirse en herramientas claves contra los incendios forestales, al reducir la biomasa y contribuir así a la prevención de incencios.

La ganadería extensiva nos Objetivos Estratégicos de la nueva PAC

En la versión inicial del Plan Estratégico de las nuevas políticas Agrarias Comunes (PEPAC), presentado por el Ministerio de Agricultura a finales de noviembre de 2021, se apunta la necesidad de fomentar y apoyar este tipo de ganaderías en algunos de los Objetivos Estratégicos (OE) fijados. El documento recoge la importancia de este modelo de ganaderías como ejes para favorecer el mantenimiento del mundo rural, pero también incide en su aportación para mejorar la biodiversidad del paisaje o incluso como una de las vías para incrementar la competitividad de las ganaderías al poder reducirse la dependencia de insumos externos.

Así, en el OE2, que procura incrementar la competitividad de los productos del campo español, se señala a la ganadería extensiva como una de las vías para lograrlo. “El apoyo a la ganadería extensiva a través de una práctica beneficiosa para el medio ambiente (Eco regímenes), favorecerá el mantenimiento de los pastos y por lo tanto la posibilidad de proporcionar bienes públicos y producción en base a recursos propios”, recoge o documento. De este modo, la ganadería extensiva es una de las vías para reducir la dependencia exterior en cuanto a materias primas destinadas a la alimentación animal.

La ganadería extensiva es una de las herramientas para desarrollar el Objetivo Estratégico 5 del Plan estatal, basado en promover el desarrollo y la gestión eficiente de los recursos naturales tales como el agua, el suelo y el aire. Con este fin, la ganadería extensiva y el pastoreo son aliados para hacer frente a uno de los mayores contaminantes del aire: los grandes fuegos forestales. Además, este tipo de ganaderías representan una oportunidad dado el alto margen de incremento tanto en extensivo como en ecológico que aún existe y la elevada demanda que están teniendo los productos obtenidos bajo estos modelos. El apoyo a las ganaderías extensivas, como se incluye en el OE8, es fundamental para procurar el desarrollo de las zonas rurales.

La protección de la biodiversidad centra el Objetivo Estratégico 6 del Plan estatal para la nueva PAC y, de nuevo las ganaderías extensivas, son una de las vías para mantener la biodiversidad agroforestal. El propio documento recoge la importancia de fomentar los sistemas de producción sostenibles ambientalmente, como las ganaderías en extensivo y ecológico, para conservar la biodiversidad.

El presupuesto, imprescindible

Las nuevas líneas agroambientales, aun por concretar, son las únicas ayudas que se espera que vayan a apoyar específicamente a las prácticas ecológicas y a las ganaderías extensivas, aunque tampoco se espera un incremento de las partidas con respeto del que se venía recibiendo en los últimos años. Desde colectivos como la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes ( SGPF) inciden en la importancia de que los esfuerzos por apoyar a las ganaderías extensivas, dado su impacto positivo en el medio que recogen los objetivos específicos del PEPAC, se traduzcan en apoyos reales con partidas económicas y medidas que favorezcan la continuidad de este modelo de ganaderías. “La eficacia de las políticas se demostrará con las partidas reales que destinen para apoyar a la ganadería extensiva y con la aportación por hectárea que puedan recibir las ganaderías. No se está poniendo el foco aún en especificar esas cantidades”, apunta Joan Alibés, presidente de la entidad.

Desde la SGPF también señalan como prioritario para la nueva PAC afrontar cuestiones como la admisión de los pastos arbustivos, primordiales no solo para este tipo de ganaderías sino para lograr uno de los beneficios directos que supone este modelo: la reducción de riesgos de incendios forestales. “Hay que primar las superficies de mato para que se pastoree en ellas. En las praderas no hay riesgo de incendio, donde hay que actuar es en el monte y para eso deben contemplarse los pastos arbustivos en las ayudas de la nueva PAC”, reivindican.

La incorporación de los pastos arbustivos, las ayudas a la transformación de nuevos pastizales o de la convivencia con el lobo son algunas de las medidas que señalan desde el sector para apoyar a las ganaderías extensivas con la nueva PAC

Toda vez que las ganaderías extensivas, tanto de vacuno como de ovino y caprino, son también una de las vías para fomentar las praderas biodiversas, sobre todo en zonas de montaña, sirviendo al mismo tiempo estas como métodos para reducir el riesgo de incendios y aliados para frenar el avance de los fuegos, desde el sector también inciden en la importancia de activar aportaciones a través de la PAC que contribuyan a llevar a cabo estas transformaciones que suponen importantes desembolsos económicos en la ganadería. «Las aportacións que se venían recibiendo en Galicia no llegan a cubrir ni el 20% de los gastos que puede suponer la tranformación del monte en nuevos pastizales», detalla Alibés.

Por eso, una de las vías de la nueva PAC para contribuir a fomentar los beneficios agroambientales que proporciona la ganadería extensiva pasa por favorecer la incorporación de nuevos pasteros permanentes en zonas de monte. De ahí que desde la SGPF incidan en las ayudas para la transformación de estas zonas de monte o los desbroces que permitan ese pastoreo.

Mientras, en otros países se están activando ayudas específicas para la ganadería extensiva derivadas de su función para la conservación de la biodiversidad, como ocurre en Francia con la línea de ayudas dentro de la PAC para la convivencia de las ganaderías con especies salvajes como el lobo. Los ganaderos optan a recibir ayudas que permitan una convivencia del ganado en extensivo más allá de las medidas como los cierres o la adquisiciones de perros de guardia del rebaño, que como llevan insistiendo desde distintos colectivos de ganaderos de vacuno, ovino y caprino son insuficientes para garantizar la continuidad de estas ganaderías en extensivo si tienen que hacer frente a la presión de la fauna salvaje y a las bajas derivadas.

En el país galo estas líneas de ayuda de la PAC específicas para la convivencia de la ganadería con especies como el lobo están cubriendo cuestiones que afectan directamente al gasto de las ganaderías como el incremento de tiempo de gestión y vigilancia del ganado que supone la presencia del animal en la zona, así como las pérdidas de ganado que no se pueden cuantificar.

Artículo publicado originalmente en Campo Galego.

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